miércoles, 26 de junio de 2019

Economía Circular

¿Producir, usar y tirar? No, reducir, reusar y reciclar. El paradigma del actual modelo económico lineal podría estar llegando a su fin y su lugar será ocupado por la economía circular.
El actual modelo de producción y gestión de recursos, bienes y servicios que busca potenciar un consumo a corto plazo está llevando al planeta a una situación insostenible. El sistema económico vigente se desmarca diametralmente del ciclo de vida de la naturaleza y choca contra el desarrollo sostenible, enfocado al largo plazo. En la naturaleza no existen la basura ni los vertederos: todos los elementos cumplen una función de manera continua y son reutilizados para su aprovechamiento en diferentes etapas.




¿Qué es la economía circular?


Tomando como ejemplo el modelo cíclico de la naturaleza, la economía circular se presenta como un sistema de aprovechamiento de recursos donde prima la reducción de los elementos: minimizar la producción al mínimo indispensable, y cuando sea necesario hacer uso del producto, apostar por la reutilización de los elementos que por sus propiedades no pueden volver al medio ambiente. Es decir, la economía circular aboga por utilizar la mayor parte de materiales biodegradables posibles en la fabricación de bienes de consumo –nutrientes biológicos- para que éstos puedan volver a la naturaleza sin causar daños medioambientales al agotar su vida útil. En los casos que no sea posible utilizar materiales eco-friendly –nutrientes técnicos: componentes electrónicos, metálicos, baterías…- el objetivo será facilitar un desacople sencillo para darle una nueva vida reincorporándolos al ciclo de producción y componer una nueva pieza. Cuando no sea posible, se reciclará de una manera respetuosa con el medio ambiente.


Ventajas

A diferencia de otros modelos económicos donde prima el aspecto económico por encima del social o medioambiental, la economía circular supone una sustancial mejora común tanto para las empresas como para para los consumidores. Las empresas que han puesto en práctica este sistema están comprobando que reutilizar los recursos resulta mucho más rentable que crearlos desde cero. Como consecuencia, los precios de producción se reducen, de manera que el precio de venta también se ve rebajado, beneficiando así al consumidor; no sólo en lo económico, sino también en la vertiente social y medioambiental.

Desventajas

Integración

Uno de los problemas que enfrenta la Economía Circular es que muchos productos son difíciles de reciclar o desmontar. Los diseñadores de los productos actuales, no tienen en cuenta la gestión de los residuos y por ahora, no tienen razones sólidas para crear, tomando en consideración el fin de la vida de sus productos.
Por lo tanto, la Economía Circular requiere una integración del ciclo de vida del producto, que va de la extracción de las materias primas hasta la eliminación, la reutilización y/o el reciclado. Esto puede hacerse de manera individual (si las empresas son propietarias del ciclo de vida completo de un producto) o a través de una intensa colaboración interempresarial (cuya desventaja principal es el riesgo de que se formen asociaciones tipo cártel, para evitar la competencia).

Pero, esta integración tiene varias desventajas. En el primer caso, las empresas podrían subvencionar de forma cruzada, las diferentes actividades del proceso, pero ello conllevaría tener una producción ineficiente y con precios muy elevados.
Otro problema es que, si los productores gestionan el despilfarro de sus productos, puede ser más difícil beneficiarse de la gestión de residuos. Finalmente, los costos iniciales de administrar o poseer todo el ciclo de vida pueden resultar demasiado altos para los nuevos emprendedores.

Vinculación

A veces el bucle de recursos es imposible de cerrar dentro de una misma industria. Se pueden transformar botellas de vidrio en otras botellas de forma casi indefinida, pero muchas veces los residuos de una industria podrían ser recursos para otras.
La vinculación de las diferentes cadenas productivas puede crear una red de complejas interdependencias, que podría hacer que el sistema resultase muy vulnerable a las interrupciones. Similares colapsos y complejidades ya son bastante comunes en otros sistemas.
La principal defensa de la Economía Circular es el establecimiento de un símil con la naturaleza, explicando que en ella No hay residuos. Pero la naturaleza tampoco es perfecta. La enorme complejidad de los ecosistemas implica que un cambio en una variable (como la pérdida de biodiversidad) puede colapsar a todo el sistema.
En la práctica, las crisis económicas son buen ejemplo de que una cascada de acontecimientospuede arrasar con el complejo e interrelacionado sistema financiero, lo que a su vez afecta a muchos otros sectores.

Seguridad

Es imposible ignorar la realidad, de que el uso de los recursos se relaciona directa y fuertemente con las cuestiones ambientales y sociales. Si bien la aplicación de la Economía Circular tiene un gran potencial para reducir el daño ambiental, la relación exacta que existe entre la maximización de los beneficios y la minimización de los efectos sobre el Medio ambiente, no está clara.
Un gobierno que decida implantar la Economía Circular, debe ser capaz de imponer las políticas adecuadas, que permitan lograr un crecimiento económico, al tiempo que se reducen significativamente los impactos ambientales.

Principios de la economía circular


 Hay diez rasgos configuradores que definen cómo debe funcionar la economía circular:

  • El residuo se convierte en recurso: es la principal característica. Todo el material biodegradable vuelve a la naturaleza y el que no es biodegradable se reutiliza.
  •  El segundo uso: reintroducir en el circuito económico aquellos productos que ya no corresponden a las necesidades iniciales de los consumidores. 
  • La reutilización: reusar ciertos residuos o ciertas partes de los mismos, que todavía pueden funcionar para la elaboración de nuevos productos. 
  • La reparación: encontrar una segunda vida a los productos estropeados.
  •  El reciclaje: utilizar los materiales que se encuentran en los residuos. 
  • La valorización: aprovechar energéticamente los residuos que no se pueden reciclar. 
  • Economía de la funcionalidad: la economía circular propone eliminar la venta de productos en muchos casos para implantar un sistema de alquiler de bienes. Cuando el producto termina su función principal, vuelve a la empresa, que lo desmontará para reutilizar sus piezas válidas.
  •  Energía de fuentes renovables: eliminación de los combustibles fósiles para producir el producto,  reutilizar y reciclar. 
  • La eco-concepción: considera los impactos medioambientales a lo largo del ciclo de vida de un producto y los integra desde su concepción.
  •  La ecología industrial y territorial: establecimiento de un modo de organización industrial en un mismo territorio caracterizado por una gestión optimizada de los stocks y de los flujos de materiales, energía y servicios.



domingo, 23 de junio de 2019

Contaminación por automóviles

La expansión urbana, el aumento de la motorización, la concentración de los centros de trabajo y de consumo en lugares situados en las afueras de las ciudades, han provocado un amento continuo en la distancia de los desplazamientos, y un mayor uso del coche. Pero este cada vez mayor uso del automóvil genera graves problemas tanto para las ciudades como para nuestra salud y calidad de vida.
Son precisamente la magnitud y relevancia de estos problemas las que justifica las políticas dirigidas a reducir la utilización de coches en nuestras áreas urbanas.

Algunas de los problemas más importantes son:
– Contaminación atmosférica. Los automóviles son la principal causa del deterioro de la calidad del aire que respiramos. El Ministerio de Medio Ambiente calcula que en España fallecen cada año de forma prematura 16.000 personas a causa de la mala calidad del aire
– Ruido. El tráfico es la principal fuente de ruido de nuestras ciudades. Un 74% de la población española sufre niveles altos de ruido, y un 23% está sometida a niveles superiores a los 65 dB(A), según el Observatorio de la Movilidad Metropolitana del Ministerio de Medio Ambiente.
– Pérdida de autonomía para los niños. La falta de seguridad en las calles, dominadas por los automóviles, limita su movilidad y su autonomía. Los niños no pueden ejercer su derecho de andar solos por la ciudad, camino de la escuela, por ejemplo, ni su libertad para jugar y relacionarse con otros niños en la calle lejos del control de los adultos. Esta restricción de su autonomía influye negativamente en su desarrollo físico, cognitivo y social. La ausencia de seguridad se traduce para ellos en el encierro en sus casas y en la prohibición de salir a la calle solos.
– Pérdida de espacio público. La mayor parte del espacio público de la ciudad se destina al tránsito o aparcamiento de los coches: la calle se convierte en un lugar inhóspito, perdiendo su carácter de lugar de encuentro y relación, los niños no encuentran espacio ni seguridad para jugar en la calle.
– Cambio Climático. El automóvil es responsable del 83% de las emisiones de CO2 del transporte. Esta proporción aumenta mucho en áreas urbanas. En total, la mitad de las emisiones del transporte que contribuyen al cambio climático, se producen en áreas urbanas.
– Siniestralidad. En 2003 se produjeron 919 muertos por accidentes en zonas urbanas (sobre todo, atropellos). Niños y ancianos son las principales víctimas.

Alternativas
  • Mejorar el transporte público disminuyendo el tránsito urbano.
  • Moficar los motores de combustión interna.
  • Emplear carburantes sustitutivos de la gasolina.
  • Desarrollar otras fuentes energéticas alternativas tales como la eléctrica.

Consumo de frutas y verduras ecológicas

El cultivo de frutas y verduras (por extensión hortalizas) ecológicas se basa en el uso de los recursos naturales de un modo sostenible. De este modo, se pretende que los suelos se conserven, que se recuperen variedades locales a través de bancos de semillas no modificadas y que se obtengan productos que no hayan sido tratados con pesticidas.


Razones por las cual consumir estos alimentos:
  1.  Son mejores para la salud. La fruta y verdura ecológica no contienen conservantes ni aditivos de origen químico. Durante su cultivo, no se utilizan fertilizantes químicos, plaguicidas ni productos químicos de síntesis, sólo medios naturales y fertilizantes orgánicos. Con este tipo de alimentos puedes estar tranquilo de que no ingieres productos tóxicos que puedan perjudicar tu salud.
  2. Su forma de cultivo es más sostenible. Los cultivos ecológicos de frutas y verduras utilizan de forma eficiente los recursos naturales y favorecen la biodiversidad. Al prescindir de sustancias químicas, este tipo de alimentos evitan la contaminación del aire, del suelo y del agua. De esta forma, su producción limita los residuos que se vierten a la tierra, no contamina las aguas subterráneas ni los suelos y el ahorro energético es mayor a otros cultivos convencionales. Además, el empleo de técnicas más respetuosas con el medio genera un aumento de la actividad biológica del suelo.
  3.  Se potencia el desarrollo en las zonas rurales. La agricultura ecológica es un tipo de cultivo más artesanal que requiere un mayor volumen de trabajo. Esto repercute positivamente en las zonas rurales donde se cultivan las frutas y verduras ecológicas, a través de la creación de empleo.
  4.  Contienen más nutrientes. La fruta y verdura ecológica contiene un 50% más de vitaminas, minerales, enzimas y otros micronutrientes que los alimentos convencionales producidos de forma intensiva. Su particular método de elaboración garantiza que los alimentos conservan sus propiedades nutritivas y son de la mayor calidad.
  5.  Son más sabrosas. La fruta y verdura ecológica se cultiva al sol, al aire libre, sin invernaderos y siguiendo los ciclos productivos de la naturaleza. Y sobre todo se mima. Todo ello hace que su sabor sea auténtico.


¿Cómo funciona la agricultura ecológica?
Las frutas y verduras ecológicas no utilizan determinados tipos de tratamientos para la nutrición de la planta ni el control de plagas. Esto tiene como principal inconveniente, en este tipo de productos perecederos y muy delicados, el que tienen un aspecto, tamaño y calidad inferior a las de cultivo convencional. La principal amenaza para frutas y verduras son las plagas y en algunos casos son muy difíciles de controlar o erradicar sin productos químicos, al igual que no podemos acabar con una infección bacteriana sin antibiótico. Claro que no es lo mismo usar de forma limitada antibióticos y productos químicos que de forma generalizada para cualquier insecto o incluso preventivamente. Por otro lado su coste sustancialmente superior debido a:
  • Menor productividad de los cultivos
  • Alto coste de certificaciones y controles necesarios
  • Coste de tratamientos y fertilizantes
  • Mayores pérdidas en la comercialización por pérdidas en transporte, exposición, etc,

Movimiento Zero Waste (Residuo Cero)


El objetivo de este movimiento, o filosofía de vida como lo definen algunos, es reducir al máximo los residuos y la basura que generamos cotidianamente. De esta manera, no sólo reducimos nuestra huella, si no que además, nos permite vivir con menos cosas materiales y vivir una vida más rica en momentos y experiencias que nos hacen sentir lo verdaderamente importante.
Para llevar a cabo este movimiento se sigue la regla de las 5 erres en el siguiente orden:
  • RECHAZAR lo que no necesitamos
  • REDUCIR lo que necesitamos
  • REUTILIZAR cambiando los desechables por alternativas reutilizables y comprar de segunda mano
  • RECICLAR aquello que no podemos rechazar, reducir o reutilizar
  • ROT que traducido quiere decir COMPOSTAR, DESCOMPONER


Dentro de este movimiento se le da especial atención a la reducción del plástico desechable debido al impacto medioambiental tan grave que supone.
Aunque Zero Waste se traduce como Residuo Cero, lo cierto es que no sólo trata de reducir los residuos si no también la basura, pero ¿cuál es la diferencia?
Los residuos es todo aquello que generamos pero que aunque ya lo hayamos utilizado, todavía pueden ser reutilizados o reciclados. Por ejemplo, vidrio, papel, aluminio, plástico reciclable, etc.
En cambio, la basura sería todo aquello que ya no tiene utilidad y no puede reutilizarse ni reciclarse de ninguna manera. Por ejemplo, tickets, pajitas, pegatinas, toallitas, etc. Y que va directamente al vertedero o incineradora.
Aunque al haber tanta gente todavía que no recicla, los vertederos no sólo están llenos de basura si no también de residuos, cosas aprovechables todavía.
Igualmente, para simplificar y no liaros ni liarme más de lo necesario, cada vez que hablo de residuos o basura me refiero a lo mismo. Al fin y al cabo, hay que reducirlo todo 

¿Cuál es la finalidad de este movimiento?

El ser humano genera una media de 1,2kg de basura cada día, lo que se traduce entre 7.000 y 10.000 millones de toneladas de residuos urbanos en todo el planeta entre todos los seres humanos.
El problema medioambiental al que nos enfrentamos debido al consumismo desmedido de la sociedad actual, especialmente en los países desarrollados, es extremadamente grave. Nos hemos convertido en la generación de usar y tirar, y es justamente aquí, en nuestra cultura de adquirir bienes que compramos, usamos y tiramos continuamente para suplir nuestras carencias emocionales, donde se encuentra uno de los mayores problemas jamás visto antes.
Hablamos de objetos destinados a usarse y tirarse, pero también de ropa, de muebles, de móviles, ordenadores y un larguísimo etc, que desechamos rápidamente. El consumismo extremo.
Si bien es cierto que cualquier material que se use como desechable es un derroche innecesario de recursos y energía, y debemos intentar evitar, el plástico de un sólo uso representa un problema aun mayor debido a su toxicidad, su difícil y escaso reciclaje, su largo tiempo de degradación y la contaminación que genera tanto en mar y tierra una vez acaba su vida útil.

Cuidado del Gas

Aunque todos los combustibles fósiles contribuyen al Calentamiento Climático Global por las emisiones de dióxido de carbono, el gas natural es el que produce menos contaminación.

El gas natural, el combustible fósil más amigable con el medio ambiente
Uno de los grandes problemas ambientales que se debaten en la actualidad son los cambios que se detectan en el clima del planeta por contaminación. Así lo han indicado los planteamientos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), expresando que la población mundial vive bajo la amenaza de este cambio, que llevará al planeta a sufrir un calentamiento que modificará las formas de vida y traerá desastres cada vez más recurrentes, como huracanes, inundaciones y aluviones. Además, se indica que es el hombre el causante de esta situación, por las grandes emisiones de dióxido de carbono (CO2) que ha liberado desde la Revolución Industrial. Este fenómeno se debe a que el uso de los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas, ha aumentado en una forma vertiginosa desde el siglo XX a la fecha.
El CO2 es uno de los gases presentes en la atmósfera permanentemente, pero en una proporción muy pequeña; tiene un importante rol, porque contribuye al calentamiento de la Tierra, lo que se denomina efecto invernadero. Pero si la cantidad de CO2 aumenta en forma significativa, se convierte en un factor negativo, porque el calor aumenta anormalmente: Calentamiento Climático Global.
Si bien este grave problema ambiental es causado en gran parte por los combustibles fósiles, como lo indica el IPCC, es necesario considerar que el gas natural es el que ocasiona menos daño ambiental, ya que emite menos cantidad de CO2 que los derivados del petróleo o que el carbón. Además, tiene un rendimiento energético mejor que los restantes combustibles fósiles, lo que significa un importante ahorro.
Si se usa una buena tecnología, su combustión no desprende cenizas ni otros gases contaminantes, como puede ser el monóxido de carbono.
Su uso en lugares cerrados debe tener cuidados especiales, por cuanto una fuga de gas o el rompimiento de una cañería producen una acumulación que fácilmente se inflama si entra en contacto con una chispa, provocando una explosión cuyas ondas expansivas pueden ser muy dañinas. Al aire libre, el gas se disipa y hay menos probabilidad de que se inflame, aunque si esto ocurre, puede producirse lo que se denomina deflagración, es decir, arde súbitamente pero sin explosión.

La explotación del gas natural, así como las exploraciones, impactan el medioambiente, ya que deben instalarse grandes estructuras para perforar los pozos. La flora y fauna de estos lugares puede experimentar daños, aunque cuando los pozos se agotan, se sellan y el lugar recupera su estado anterior.
Maneras de cuidar el Gas
1. Contrata a un especialista para que verifique el correcto funcionamiento de la red y los equipos de gas. Verifica que las tuberías de agua caliente no tengan fugas.
2. Utiliza equipos que sean eficientes en el consumo de gas.
3. Protege con material aislante las tuberías de agua caliente.
4. Cambia los equipos como estufas, calefactores o calentadores de agua que utilicen piloto de flama continua, por pilotos electrónicos, que solo se activan al momento de uso del gas.
5. Procura mantener el regulador de tu boiler calentador de agua en un nivel medio, ya que no es necesario tenerlo siempre en la temperatura más alta.
6. Al momento de cocinar o calentar alimentos: debes regular la llama para que no se use siempre en lo más alto; tapar los sartenes para que la cocción sea más rápida; fijarte que el sartén esté en el centro del quemador; utilizar ollas de presión ya que estas cocinan los alimentos mucho más rápido y ahorran hasta un 50% de gas.
7. Cuando cocines en el horno, trata de abrirlo lo menos posible. Cada vez que se abre el horno aunque sea por unos segundos, se pierde un 20% de calor.
8. Toma baños de agua caliente rápidos, de 6 minutos o menos.
9. En tiempo de frío mantén las ventanas y puertas cerradas para evitar que el calor se escape.
10. Cierra los pilotos de flama continua y utiliza cerillos o encendedores para prender los equipos cada vez que se utilicen.
11. No utilices siempre el agua caliente para lavar la ropa, a menos de que esté muy sucia.
12. En tiempo de frío báñate en la tarde o noche, ya que en las mañanas el agua está más fría y el boiler consume más gas para calentarla.
13. Al salir de vacaciones cierra las llaves de paso del gas.